domingo, 19 de agosto de 2012

Esta tarta es un "planazo" ;)


    Cuando le conté a Alba que estaba dando mis primeros pasos en este mundillo tan dulce, supo enseguida que quería regalarle una tarta a David. Al principio no supo con qué temática, pero cuando se le encendió la bombilla se dio cuenta de que tenía que ser eso: una tarta con el plano de la casa a la que se irán a vivir en breves :))



    Yo (que desde luego no había hecho nada ni remotamente parecido), me lancé a la piscina con ella, así que dos meses antes del cumpleaños de David ya estábamos urdiendo el plan, jisjisjis ^^

Lo que rodea la casa es la arenilla de Arcosur, jejej...

    Lo primero fue elegir los sabores de la tarta. Como iba a haber varios bizcochos (y es que la tarta tenía que tener un tamaño considerable para que cupieran bien los muebles y demás), decidimos que fueran de vainilla y chocolate. El de vainilla fue MSC, y el de chocolate fue un brownie. 

La pelota que hay encima de la mesa es una bola de discoteca (si no hay techo, no se puede colgar, claro...)

     Para el relleno, Alba quería ganaché de chocolate blanco, así que nada, si el de chocolate negro es fácil de preparar, el de blanco también, ¿no? Pues no. Porque lo que no sabía entonces es que para el de chocolate blanco hay que comprar tabletas especiales que de momento sólo he visto en Carrefour (aunque seguro que en El Corte Inglés también tienen). Si usas chocolate blanco normal, el ganaché queda demasiado líquido, y no te sirve como relleno. Así que después de hacerlo y ver que no espesaba ni a tiros, lo añadí igualmente al bizcocho, a ver qué pasaba. Y nada, era tan líquido que el brownie lo absorbió enterito, por lo que al final lo rellené con ganaché de chocolate negro. Eso sí, ellos quedaron súper encantados con lo jugoso que estaba, y yo estoy convencida de que fue porque estaba empapado en chocolate blanco líquido (y me anoté la idea, por cierto).

    Con los bizcochos listos, cubiertos de ganaché, llegó el momento de las escalas. Alba me había pasado el plano oficial de su casa, y otro hecho por ella con los colores de los suelos, los muebles que pensaban poner, etc. Así que con el plano y una regla, me puse a hacer la tarta a escala :)



    Esta parte también tuvo su miga, porque consistió en ir haciendo los suelos de las estancias, y colocarlos en el punto exacto (al rato se me ocurrió marcar los puntos clave con palillos... ¡se me podía haber ocurrido antes!). El mayor problema vino porque marqué cada suelo según fueran baldosas o parqué, así que si no iba con cuidado, el fondant se estiraba, las baldosas se deformaban, y a empezar otra vez…

    Cinco horas después (sí, cinco…), acabé de “embaldosar” la casa, y el resultado fue este:

Se nota que esta foto está hecha con el móvil, ¿no?

    Aún faltaban las paredes (que serían simbólicas, no puedes hacer un pared muy alta en una tarta y esperar que no se caiga en el traslado), los muebles, los muñecos, las llaves… Me fui a dormir un poco preocupada, tenía que llevar la tarta al día siguiente a las dos de la tarde, y faltaba prácticamente todo… Así que me puse el despertador a las 7, y me puse a modelar los muebles. Menos mal que tuve un ayudante inesperado: Jorge se sentó a mi lado y se puso a modelar también ^^

Cuarto de invitados y despacho (de haber tenido un poco más de tiempo, hubiera hecho una silla...)
 
    Y poco a poco, la mañana fue pasando, y los muebles fueron saliendo de la fábrica ;) la idea fue ir haciendo lo más básico primero, para asegurarnos de que llegábamos, y luego ir añadiendo detalles (como la vitro de la cocina, las colchas de las camas, los post-it de la nevera…). 

Cocina :)

    El mayor problema que tuvimos esa mañana fue la calidad del fondant. Como había tantos colores diferentes, fuimos tiñendo el blanco según necesidad, y el fondant resultante fue muyyyyyyy difícil de manipular. Se agrietaba constantemente, y como desde luego no había tiempo para ir a comprar otro, tuvimos que morir al palo y apañarnos como pudiéramos, pero gastando mucho más tiempo del que deberíamos… Así que aquí aprendí otra lección, y desde entonces tengo fondant de prácticamente todos los colores en casa, ya no me volverá a pasar :)

Dormitorio principal, con su baño

    Cuando acabamos con la casa, quedaban los muñequitos: Alba y David. Nunca había modelado muñecos, pero tenía un libro en el que explicaban paso a paso cómo hacerlo. Así que, a contrarreloj porque ya era la una del mediodía, me puse a ello. Reconozco que salí satisfecha con el de David, pero con el de Alba casi me pego un tiro. En fin, Alba sabe que cuando haga el curso de modelado, lo primero que haré es una Alba en condiciones :) ains, si es que las prisas son malas consejeraaaaaaaaas…

¡Calma! No me olvidé de las manos, es que aún no estaban puestas ;)


    Conclusión: me metí en un jardín sin saberlo pero del que aprendí muchas cosas, y al final quedé contenta con el resultado. Además, cuando me llamó David por la tarde para decirme lo que le había gustado la tarta, cuando vi las fotos y los comentarios que colgó en Facebook, cuando vi lo contenta que estaba Alba porque la sorpresa fue bien… Eso no tiene precio. Empecé a hacer la tarta con casi 48 horas de antelación y aún así casi no llego, pero mañana volvería a hacerla. Produce mucha satisfacción que a alguien le guste tu trabajo, y para todo lo demás, Mastercard ;)

En casa del cumpleañero con las velitas y todo


    Espero que a vosotros también os haya gustado, ¡¡que tengáis feliz domingo!!

1 comentario:

  1. Fue una sorpresa increible; gracias por ser mi complice durante 2 meses y darme ideas para que quedara perfecta; la cara de felicidad y la ilusión en los ojos de David no se me borrará nunca de la memoria. Fue un día muy especial. ¡¡Además estaba buenísima!!
    Alba ( co-decoradora de la tarta :P)

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