sábado, 27 de octubre de 2012

Tarta Quebrantahuesos


    No, no es que sea una tarta tan dura que te rompas los huesos intentando hincarle el diente, no, jejeje... Es una tarta con la temática de la mítica carrera Quebrantahuesos, una carrera de bicis de algo más de 200 km por los Pirineos. Este año participaron casi 9000 personas, y normalmente sólo el poder acabarla ya es un logro.

    Total, que este año nuestro amigo Juan se lanzó a la aventura y se apuntó, así, a lo loco, jejeje, y su mujer, Miriam, quiso regalarle una tarta para que recuperara las fuerzas al acabar (y con lo hipercalóricas que son estas tartas, seguro que las recuperó, jijiji).






    La temática estaba clara, la duda era cómo representar la montaña, las bicis, la meta... Así que decidimos hacer una montaña tridimensional, en lugar de plana como habíamos pensado inicialmente, y hacer el efecto de la lejanía con ciclistas pequeños que conforme se fueran acercando a la meta se hicieran más grandes ^^



    Una vez más, fue una tarta totalmente distinta a las que había hecho hasta entonces. Esta vez, la tarta no iba a estar recubierta de fondant, sino que la queríamos recubrir con ganaché de chocolate negro fundido, así parecería que la montaña quedaba más real que recubriéndola con fondant. Además, la tarta no cubriría toda la base, sino una parte pequeña de ella, y el resto lo íbamos a emplear para recrear la escena de Juan a su llegada a meta.



    Así que ya con las ideas claras, Miriam vino a colaborar (y es que, aparte del regalo en sí, también hace mucha ilusión participar) y nos pusimos manos a la obra :)



    La montaña consistió en dos bizcochos redondos, uno más grande que el otro, de MSC y brownie de chocolate, así había dos sabores para elegir. Han pasado tantos meses que del relleno no me acuerdo, pero creo que fue ganaché de chocolate para el MSC y mermelada de fresa para el brownie. Más que nada porque por aquella época no hacía prácticamente otra cosa (uy, parezco la abuela rebolleta y sólo han pasado cuatro meses, jajaja).



    Total, que cubrimos los bizcochos con ganaché, los dejamos secar un poco y colocamos la "montaña" en la base que ya estaba preparada. Mientras, hicimos una buttercream sencillita, la teñimos de verde y con la fantástica boquilla 234 hicimos césped alrededor. Guardamos también unas miguillas del MSC para emular la tierra del camino.



    Y luego ya vino la decoración en sí: que si un río que baja hasta un laguito, que si un pedrusco por aquí, un matojo por allá, un poquito de nieve en lo alto de la montaña... 




    Miriam se encargó de hacer las bicis y el logo de la carrera, y la verdad es que le quedaron francamente bien, mientras yo me afanaba en modelar un Juan vestido de ciclista (con la ropa y el casco iguales a los que llevaría el día de la carrera, jijijiji). Si lo hubiera pensado antes, lo hubiera intentado hacer con los brazos levantados de alegría, pero claro, hay veces que las buenas ideas llegan tarde :P





    Una vez que hicimos la bici de Juan nos dimos cuenta de que no iba a aguantar de pie hasta Huesca, así que decidimos dejarla a un lado, tirada sobre la hierba, y descubrimos que casi quedaba mejor y todo, jejeje, en plan "Uy, qué cansado he llegado, paso de la bici y la dejo por ahí tirada", jajaja...



    Así que en fin, así fue como hicimos una tarta para la Quebrantahuesos :) Y por cierto, Juan la acabó y aun quedó en un puesto decente, así que desde aquí le doy la enhorabuena, el año que viene, más y mejor ;)



    Un abrazo a todos y feliz fin de semana!

2 comentarios:

  1. Yo es que me ponia a pacer como una vaca....ese cesped me está llamando!!! me encanta!!! y los ciclistas son una monada. Cada tarta una sorpresa mayor. Un beso. Alba

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  2. El cesped estaba de muerteeeee!!!(de hecho me puse mala de tanto comer; ojo!que no quiero yo decir que estuviera mala, eh!es que no tengo talento). Pues eso, que doy fe (como el Luisma) de que la tarta estaba buenísima. Y que fue muy divertido llevarla de Zaragoza a Huesca intentando esquivar los pasos elevados, que de normal hay mil, y basta que no quieras encontrartelos para que aparezcan otros mil. A Juan le hizo mucha ilusión, y sí que recuperó fuerzas, sí. Si me descuido se la zampa entera!! Gracias otra vez, Ingrid. Un besico.

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